Del 21 al 25 de noviembre tuvo lugar el XIV Encuentro sobre Literatura Ecuatoriana y Latinoamericana Alfonso Carrasco Vintimilla, en Cuenca, bajo el tema general de «Poéticas y políticas: escenarios de la literatura en Ecuador y América Latina». Según los organizadores, el tema buscó propiciar el diálogo en torno a las conexiones entre la diversidad de las poéticas y las formas de concebir y hacer literatura en el contexto de la sociedad capitalista contemporánea, evidenciando las tensiones del acto creativo, de sus actores y de sus productos. La política, por su parte, no debe ser asumida unívocamente en el sentido de competición y distribución de poderes.
Raúl Vallejo, que ha asistido a varias ediciones del Encuentro, incluída la primera, en 1978, fue invitado en esta ocasión para participar en varias actividades. El martes 22, en la tarde, leyó textos de su libro Trabajos y desvelos, en un recital poético junto a Ángeles Martínez Donoso, María Auxiliadora Balladares y José Zuleta, de Colombia. El miércoles 23, a la noche, en el museo Remigio Crespo Toral, Vallejo dialogó con el poeta Cristóbal Zapata sobre Poéticas de Guayasamín.
El mismo miércoles, en la mañana, Vallejo fue parte de la mesa «¿Qué crea la escritura? Narrativa ecuatoriana del presente», en la que intervinieron las críticas Cecilia Ansaldo, quien habló sobre la novelística de Ernesto Carrión, y Alicia Ortega, que analizó las novelas Lo que fue el futuro, de Daniela Alcívar Bellolio, y Fiebre de carnaval, de Yuliana Ortiz Ruano.
Vallejo leyó su ponencia «Diez fragmentos sobre el neo-romanticismo ecléctico». En el último fragmento, concluyó lo siguientes: «El neo-romanticismo ecléctico es una escritura que puede observarse en algunas autoras de comienzos del siglo XXI y que, con amplia libertad de formas y preocupaciones temáticas, reelabora ciertas categorías del romanticismo decimonónico a partir de un nuevo yo con identidad de género, la construcción de nuevas formas de relación con la naturaleza, la asimilación de variadas estéticas de la escritura, una visión crítica del mundo marcada por la diversidad sexual y étnica, el rechazo al canon patriarcal y la superación de las ilusiones del liberalismo económico y concentra la mirada en el ser humano por sobre el capital. Finalmente, desde la experiencia de formas experimentales, envuelta la literatura en nuevas prácticas signadas por la vieja formulación de tormenta e ímpetu, esta tendencia neo-romántica ejerce, desde el eclecticismo textual, el sentido liberador de la escritura».
En la foto superior: Mesa sobre narrativa ecuatoriana de hoy con Alicia Ortega, Cecilia Ansaldo y Raúl Serrano, moderador.