El Premio Real Academia Española (RAE), en su edición 2018, ha sido otorgado a El perpetuo exiliado, publicada en 2016 por Penguin Random House. El jurado del premio, presidido por el director de la RAE, Darío Villanueva ha acordado por mayoría distinguir la novela de Raúl Vallejo, «por ser una reconstrucción meticulosa, desde el punto de vista personal y político de la figura del expresidente ecuatoriano José María Velasco Ibarra, en la que se han integrado con destreza la crónica histórica y la ficción literaria». El premio, dotado con 20.000 euros y una medalla conmemorativa, será entregado el Día de la Fundación pro Real Academia Española.
En la noche del jueves 4, la agencia EFE realizó una entrevista fue ha sido publicada por El Comercio, en su edición del 5 de octubre, misma que copiamos a continuación:
El premio que ha concedido hoy (4 de octubre del 2018) la Real Academia Española (RAE) al escritor ecuatoriano Raúl Vallejo es una «recompensa personal a todo el tiempo» que ha invertido en la escritura y asegura en entrevista con EFE, que le impone «responder con mayor responsabilidad frente al uso de la palabra». «Un premio siempre es una alegría para un escritor porque significa el reconocimiento de un trabajo», afirma antes de subrayar que lograr un premio «de la categoría de la Academia, en lo personal me recompensa todo el tiempo invertido en la escritura, es decir, toda mi vida».
Vallejo (Manta, 1959) se alzó con el Premio RAE 2018 con su novela El perpetuo exiliado, una obra de ficción basada en hechos históricos y casi quince años de trabajo que le han llevado a investigar en Ecuador y Argentina, lugar de exilio de uno de los protagonistas. Narra la historia de amor de quien fuera cinco veces presidente de Ecuador, José María Velasco Ibarra, con la poetisa argentina Corina del Parral, mucho más joven que él. Pero es «una novela de la derrota, porque el punto de vista está planteado desde el momento de los exilios, cuando es derrocado y tienen que salir en un avión que los va a llevar a Panamá y luego a Buenos Aires».
Trabajada desde 2000 y publicada en 2016 por Literatura Random House, tras obtener un año antes el Premio Internacional de Novela Héctor Rojas Herazo, la obra reconstruye la figura del mítico presidente ecuatoriano desde la distancia del tiempo. «El personaje de Velasco Ibarra en la literatura ecuatoriana ha sido tratado siempre desde lo esperpéntico. Los escritores ecuatorianos de la segunda mitad del siglo XX siempre lo describieron desde la caricatura», cuenta el autor en su despacho en la Universidad de las Artes, en Guayaquil. Confiesa que, si a él le hubiera tocado vivir aquellos años, también habría sido probablemente antivelasquista, pero dado que «el velasquismo ya no es más una opción política», es la «distancia» la que le ha permitido «entender de otra manera al personaje».
Para el jurado, presidido por el director de la RAE, Darío Villanueva, la obra es «una reconstrucción meticulosa, desde el punto de vista personal y político de la figura del expresidente ecuatoriano (…), en la que se han integrado con destreza la crónica histórica y la ficción literaria». El fallo destaca que en la novela «reaparece el político de carne y hueso, idealista y represor, portavoz de los anhelos de su pueblo y facilitador del poder oligárquico, así como el romántico enamorado de la poeta argentina, la mujer que lo acompañó en sus exilios».
«Esa historia de amor entre Doña Corina y Velasco a mí me fascinó como posibilidad literaria», analiza Vallejo y evoca la «cotidianeidad» como elemento central de la relación de la pareja. Gestado en el género de cuentos con obras como Cuento a cuento cuento (1976), Daguerrotipo (1978), Vallejo ha incursionado también en la narrativa de ficción con Acoso textual (1999) o Marilyn en el Caribe (2015), y hasta en la poesía con Cánticos para Oriana (2003) o Mística del tabernario (2017). Premiado en numerosas ocasiones, dice estar guiado en la elección del género literario por la circunstancialidad de la temática: «Tal vez no pueda hacer un libro de poesía sobre el amor de Velasco Ibarra y Doña Corina, pero sí una novela; y no pueda hacer una novela sobre los recuerdos de mi madre, pero sí un poema».
Sin embargo, al afrontar la novela histórica dice que «no se puede jugar con los hechos históricos, de tal manera que inventemos la historia», insiste. Cita como ejemplo el primer capítulo del volumen premiado por la RAE, en el que Velasco Ibarra está esperando el regreso de su esposa que fallece en un accidente de tráfico. «Toda la construcción de la espera de un hombre mayor a su esposa que era más joven y que no termina de llegar, eso es ficción porque no puede estar documentado. Pero el hecho de que eso sucede tal día y en tal momento y a tal hora, es absolutamente verificado».
Vallejo ha sido ministro de Educación y Cultura con tres presidentes ecuatorianos: Rodrigo Borja Cevallos, Alfredo Palacio y Rafael Correa, unidos, a su juicio, por la ideología socialdemócrata que le inspira a él.
Para algunos críticos máximo exponente de la literatura ecuatoriana, se presentará el próximo lunes en la Feria del Libro de Montevideo donde Ecuador participa como invitado de honor. Allí participará en una mesa sobre literatura e historia, y justo cerraba hoy los apuntes de su intervención a partir de El perpetuo exiliado, cuando le fue comunicado el premio de la RAE.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:
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