El jueves 6 de junio, en la sala experimental del Centro de Arte, Cecilia Vera de Gálvez conversó con Raúl Vallejo sobre El perpetuo exiliado, su proceso de investigación, las consideraciones de carácter histórico y las literarias que fueron parte del proceso creativo de la novela, y sobre la escritura misma de la novela.
Se habló de la novela collage. Vallejo expuso la reflexión que escribió en julio de 2017 en su blog: «En El perpetuo exiliado he convertido al texto narrativo en un laboratorio de experimentación narrativa al que he denominado novela collage. Me dirán que, hoy día, toda novela es un collage puesto que admite e incorpora una variopinta gama de discursos. En realidad, si estiramos el concepto, El Quijote sería una novela collage. No obstante, existen por lo menos tres elementos diferenciadores para lo que he propuesto: El primer elemento tiene que ver con la consciencia autoral de la construcción del texto como un collage utilizando retazos de textos no literarios en sí mismos. El segundo, es la transformación de los textos no literarios, dotándolos de nuevas funciones a nivel semántico y a nivel estético y lograr que, como sucede con las muñecas utilizadas por Viteri, se mimeticen en el texto literario total que es la novela. Y, finalmente, estamos ante el proceso de elaboración del texto que se escoge para que sea parte del discurso novelístico».
Cecilia Vera de Gálvez se refirió a la novela como un texto muy bien logrado en lo que tiene que ver con la presencia del lenguaje lírico en medio de su lenguaje narrativo. Ella celebró los pasajes poéticos y la elaborada estructura de la novela.
Asimismo, ante la relación entre historia y literatura, Vallejo explicó que la investigación realizada, durante aproximadamente catorce años, es una investigación tan metódica, escrupulosa y exhaustiva como la necesaria para un trabajo histórico o de ciencias sociales. La diferencia radica en que los asuntos que le interesan a un escritor de novelas tienen relación con ciertos elementos desechados por el historiador: «A la literatura le interesa la esfera privada de los personajes históricos, más que su vida pública: el Velasco de mi novela está humanizado por la literatura».
Hacia el final del conversatorio se abrió un interesante diálogo con el público asistente. La profesora Dioselina Toral habló acerca de su interés, en tanto lectora, por la novela histórica y se refirió en términos elogiosos a lo que Vallejo había logrado con El perpetuo exiliado, en ese complejo trabajo de equilibrar el contexto y la subjetividad del personaje histórico y en el trabajo de la escritura literaria como tal.