El jueves 21 de marzo pasado, con motivo del Día Mundial de la Poesía, se celebró una tertulia literaria y recital poético en el Casal Català de Guayaquil. La tertulia coordinada por Daniel Cantos Colmont contó con la participación de Siomara España, Betsabé Letamendi, Janina Suárez, Augusto Rodríguez y Raúl Vallejo.
Previo al recital, se proyectó vía Internet, la participación del escritor Antonio Marti Monterde quien intervino con una apreciación crítica y lectura de poemas del escritor Vicent Andrés Estellés, a los 100 años de su nacimiento. El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, a propósito de la obra de Andrés Estellés (1924-1993), señaló: «Hay una poesía desapercibida y revolucionaria en el detalle del día a día. La poética de la cotidianidad a menuda es sutil y pide una mirada tan genuina como incisiva para ser leída. Estellés hizo de esta pequeñez un imperativo vital en mayúsculas; tocó la muerte de tan cerca, que se aferró muy fuerte a la vida, y entre estos dos polos de tensión el poeta encontró en el amor el sentido de la existencia y cantó todos sus matices».
El poema de Vicent Andrés Estellés escogido, por el Instituto de Letras Catalanas, para celebrar el Día Mundial de la Poesía fue el comienza con el verso «He amado mucho la vida» y corresponde al XLII de Horacianas (1974):
He amado mucho la vida,
no como plenitud, cosa total,
sino, pongamos por caso, como me gusta la mesa,
ahora un pellizco de esa salsa,
oh, y este rabanito, aquel ajo tierno,
qué decís de esta merluza,
es sorprendente el hecho de una cereza.
Me gusta la vida así,
este vaso de agua,
una joven que pasa por la calle,
este verde,
este pétalo, aquello,
una pareja que se coge de las manos y se mira a los ojos,
y todo con su nombre pequeño siempre en minúscula
como este verderón,
aquel ombligo,
como el primer diente de un niño.
Durante el recital se habló del quehacer poético, de los temas actuales de la poesía y los participantes leyeron textos propios y textos que, de alguna manera, habían marcado su gusto por la poesía. Vallejo recitó el que es considerado por la crítica uno de los poemas más hermosos de la lengua castellana: «Amor constante más allá de la muerte», de Francisco de Quevedo.
En la foto superior: Janina Suárez, Raúl Vallejo, Siomara España, Daniel Cantos, Betsabé Letamendi y Augusto Rodríguez.