He sido en otras vidas parte de la transparencia condenada

He sido en otras vidas parte de la transparencia condenada
mancebo y aprendiz en academia de filósofo griego
prostituta azotada en las cercanías de un templo repleto de mercaderes
predicador escondido en catacumbas o expuesto en la arena de un coliseo
bruja servida para saciar los escrúpulos de Torquemada
adorador de huacas en tiempos del virrey Toledo
negra en Alabama judío en Auschwitz poeta en Wall Street.

He sido lo que está al margen del camino y que el viajante escupe
la basura que arrojan los decentes sin que nadie los vea
el mal pensamiento de la anciana que no sabe bien por qué suspira
la desenfrenada mano solitaria del quinceañero
el espejo en donde mira el nacimiento de sus formas la núbil desconcertada
las cartas de aquellos amantes que transgredían el espacio con papeles perfumados
soga de ahorcado bola de cristal enmudecida piedra de sacrificio maya.

He sido aquello que el orden y el poder marcaron con fuego
remero de galeón sacudido por el latigazo continuo en las espaldas
enano y hazmerreír en castillos medievales
crítico del mecenazgo en la Florencia renacentista
monja de clausura ávida de mundo y con vocación para las ciencias
curaca sublevado y seguidor de Túpac Amaru
palafrenero de palacio concubina fea madrastra en cuentos de hadas.

He sido lo que se habla en voz baja, lo que está prohibido para menores
lo que se acepta bajo la mesa, lo que se compra a hurtadillas
muchacha adolescente de espectáculo nudista en Bankok
inmigrante trasvestido en el Bosque de Bologna
jinetera comunista en las noches del malecón de La Habana
acompañante de ejecutivos de una agencia de Dupont Circle
mulatillo que deambula madrugadas por las playas de Río
VIH positivo aprendiz de masajista amante del alcalde en pueblo chico.

Soy
el mundo lapidado
por los que arrojaron con rabia las primeras piedras.