Sangre de la Alianza primera regada
sobre el ara de piedra por Moisés
pacto primigenio de tu pueblo
para sellar su liberación fundacional.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo y sus cadenas invisibles
anhelo beber el cáliz de tu sangre
vino transfigurado, permanencia de ti.
2
Soy un huérfano que carga las culpas
del desamor, de la ausencia de Dios,
penitente ahogado en la soledad sin fe
alma hundida en la vanidad terrenal.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo y el engaño de su poder fugaz
ansío el alimento de tu cuerpo
pan del milagro, tu presencia sin fin.
3
Desfallezco sin ti, Señor, hambriento,
sediento paria que yerra en el mundo
apiádate de mí, tu indigno anfitrión:
en mi casa encuentre hogar tu palabra.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros.
El vino y el pan de la nueva Alianza
entran en mí y arde mi yo contigo.